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Chungará (Arica) - LOS INCAS Y LA FIESTA DE LA SITUA

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Chungará (Arica)

versión On-line ISSN 0717-7356

Chungará (Arica) vol.43 no.2 Arica dic. 2011

http://dx.doi.org/10.4067/S0717-73562011000200006 

Volumen 43, Nº 2, 2011. Páginas 243-256
Chungara, Revista de Antropología Chilena

ARQUEOLOGÍA

LOS INCAS Y LA FIESTA DE LA SITUA

THE INCAS AND THE FEAST OF THE SITUA

Luis Rodolfo Monteverde Sotil1

1 Escuela de Arqueología, Universidad Nacional Federico Villareal, Lima-Perú. laspuertas48@hotmail.com


La Situa, fiesta celebrada por los incas, es mencionada en diversos documentos coloniales de los siglos XVI y XVII. Uno de ellos es el relato de Cristóbal de Molina, cuyo escrito es el más completo y detallado en comparación a los demás cronistas. En el presente artículo trataremos de analizar tres aspectos del relato de la Situa de Molina: el espacio físico de su realización, los posibles antecedentes de sus espacios, estructuras y cultos y sus aspectos políticos e ideológicos.

Palabras claves: la Situa, Cuzco, Tahuantinsuyo, Cristóbal de Molina.


La Situa, a fiesta celebrated by the Incas, is mentioned in many 16th and 17th century colonial documents. One of them is Cristobal de Molina’s account, which is the most complete and detailed in comparison to other chroniclers. In this article, we will attempt to analyze four aspects of the La Situa de Molina narrative: the physical space where it took place; the possible records of its spaces, structures and cults; and its political and ideological aspects.

Key words: The feast of the Situa, Cuzco, Tahuantinsuyo, Cristóbal de Molina.


Juan de Betanzos (1987 [1551]), Cristóbal de Molina (2008 [1574-1575]), Garcilaso de la Vega (2005 [1609]), Guamán Poma de Ayala (2008 [1615]), entre otros, narran una serie de fiestas religiosas que se celebraban a lo largo del año en el Cuzco. Una de ellas era la fiesta de la Situa que según los cronistas mencionados podemos deducir que se festejaba o en agosto o en septiembre, siempre después del mes de la siembra y al inicio de la en época de lluvias (Tabla 1).

Tabla 1. Calendario ceremonial inca. Elaborado por Monteverde Sotil (2009).
The inca ceremonial calendar. Designed by Monteverde Sotil (2009)

En el presente artículo abordaremos el análisis de la fiesta de la Situa narrada por Cristóbal de Molina (2008: 154-168 [1574-1575:fol. 11r-19r])1 (Tabla 2) y en algunas ocasiones compararemos su versión con la de Garcilaso de la Vega (2005 [1609: Lib. 7mo, Cap. VI y VII]). Para ello nos centraremos en tres aspectos básicos del relato de Molina: (1) en la organización espacial y social de la capital cuzqueña durante la Situa, (2) en los posibles antecedentes del empleo y manejo de espacios, estructuras, funciones y cultos religiosos de la Situa y (3) en el manejo y control político e ideológico por parte de los incas de algunas de las actividades realizadas en la Situa.

Tabla 2. Síntesis de las actividades realizadas durante la Situa. Elaborado por Monteverde Sotil (2009).
Synopsis of the activities made during La Situa. Designed by Monteverde Sotil (2009).

La Capital del Tahuantinsuyo y la Situa

La Situa se festejó en la capital del Tahuantinsuyo localizada en el mismo lugar que ocupa la actual ciudad del Cuzco, a 3.560 msm, en el extremo NW del valle del mismo nombre (Figura 1). Para Betanzos (1987:17 y 81 [1551: cap. III y XIII]); Molina (2008:18 [1574-1575: fol. 16 r]) y Guamán Poma (2008:86 [1615: fol. 109]) fue Pachacutec Inca Yupanqui el iniciador de las construcciones en la capital imperial, luego de su éxito bélico contra los Chancas2.

Figura 1. Localización del Cuzco y de los sitios arqueológicos mencionados en el artículo. Elaborado por Monteverde (2009).
Cuzco and other archaeological sites mentioned in this article. Figure by
Monteverde (2009).

El área descrita por Molina y Garcilaso, sus relatos de la Situa, comprende principalmente el sector monumental3 que tuvo una extensión de 40 ha (Figura 2). Molina sólo menciona tres templos de este sector: el Coricancha (templo del Sol), el Quishuarcancha (templo de Viracocha Pachayachachic) y el Pucamarca (templo de Chuquilla "dios del rayo"). Mientras que Garcilaso hace alusión del Coricancha, la casa del Sol en Sacsayhuaman y la casa de mujeres del Sol. Asimismo, ambos señalan el adoratorio de Huanacaure localizado en el cerro del mismo nombre a 12 km de la actual ciudad del Cuzco4 (Figuras 1 y 2), adonde se llevaban ofrendas durante la Situa.

Figura 2. Detalle del sector monumental de la capital del Tahuantinsuyo. Elaborado por Monteverde (2009).
Detail of monumental sector of Tahuantinsuyo’s capital. Figure by
Monteverde (2009).

Entre los investigadores contemporáneos5 no existe un acuerdo sobre la localización exacta, dentro del sector monumental, de los templos Quishuarcancha y Pucamarca. La confusión se debería en parte a la variedad de datos en las crónicas y documentos de los siglos XVI y XVII. Pero en algo que concuerdan algunos cronistas, por ejemplo, Bernabé Cobo6 (en Rowe 1981:227 [1653]) y Cristóbal de Albornoz7 (en Urbano y Duviols 1989) es que ambos templos compartieron culto a Viracocha Pachayachachic y Chuquilla, dos de las deidades veneradas durante la fiesta de la Situa. Precisamente Molina nos comenta que al inicio de la Situa eran llevadas sus imágenes al Coricancha y en diferentes momentos se les hacían ofrendas en sus propios templos y en la plaza Haucaypata, junto con Huanacaure, cuando se les colocaban alrededor del ushnu.

Algo que hemos notado en el relato de Molina y Garcilaso es que casi toda la celebración de la Situa se realizó en espacios abiertos, por ejemplo en la plaza Haucaypata, plaza que Molina no llama por su nombre pero que reconocemos como tal. El Haucaypata era el espacio en y alrededor del cual giraban casi todas las actividades rituales, políticas y sociales que hemos podido denotar en el relato de la Situa de Molina8. Además de esta plaza, Molina menciona otra localizada al frente del Coricancha, a la cual tampoco llama con un nombre específico pero que probablemente se trataría del Intipampa (Figura 2) que era en donde se anunciaba el inicio de la Situa.

En ningún momento Molina o Garcilaso mencionan actividades o ceremonias religiosas, organizadas al interior de estos templos u otros, en las cuales se congregaran gran cantidad de gente durante la Situa. Salvo un grupo reducido que acompañados del inca pactaban, organizaban y celebraban algunas ceremonias "privadas" al interior del Coricancha. Con lo cual podemos proponer que estos templos no fueron empleados para contener "fieles o devotos" como los templos griegos, romanos o las iglesias cristianas contemporáneas durante la Situa.

Una estructura que ocupaba un papel muy importante en el relato de la Situa de Molina es el ushnu, que se localizaba en la plaza Haucaypata9, no mencionado por Garcilaso. Alrededor del ushnu, durante el desarrollo de esta fiesta, en diferentes días, se agrupaban los que iban arrojar los males fuera del Cuzco; se colocaban las imágenes de Viracocha Pachayachachic, el Sol, Chuquilla y Huanacaure y muy cerca de él se reunían el Inca, las panacas reales, los incas de privilegio, los encargados de las huacas y demás gentes del Tahuantinsuyo quienes ofrendaban chicha en su interior.

Molina describe a este ushnu como una pila de piedra forrada de oro, con un agujero y un canal que llegaba, subterráneamente, hasta el Coricancha, el Quishuarcancha y el Pucamarca. Esta descripción (pila o pozo, agujero, canales y evidencias de ofrendas líquidas) es básicamente la que se ha podido evidenciar en excavaciones y prospecciones arqueológicas en algunos otros ushnus del Tahuantinsuyo (p.ej., Huánuco Pampa) (Figura 3).

Figura 3. (1) Dibujos de planta de algunos ushnus que presentan pozos o contenedores de agua y/o canales.
(2a) Comparación morfofuncional de libaciones entre algunas pacchas de (I) Nazca, (II) Chimú e (III) Inca; y los ushnus (2b) de Shincal de Quimivil (I) y Pumpu (II). Lámina diseñada por Monteverde (2009), dibujos de las pacchas basados en Carrión Cachot (2005).
Plan drawings of
ushnus, which represent pools, water containers and or channels. (2a) Functional and morphological comparison of pacchas used for libations from
(I) Nazca, (II) Chimu and (III) Inca; and the
ushnus (2b) from Shincal of Quimivil (I) and Pumpu (II).
Figure by
Monteverde (2009) after drawings of the pacchas by Carrion Cachot (2005).

El sector monumental del Cuzco era cruzado por dos ríos que a su vez lo delimitaban: el Tullumayo y el Saphi, ambos corren de NW a SE y forman el río Huatanay. Hacia el SW se encuentra el río Chunchulmayo, que corre de Oeste a Este y que también se integra al río Huatanay (Figura 2). Para Sherbondy (1987) la división dual Hanan (alto Cuzco) y Hurin (bajo Cuzco) se habría basado en una división de aguas de arriba y aguas de abajo. Donde el Hanan, en donde nacen los ríos Saphi, Tullumayo y Chunchulmayo, tenía mayor estatus10 debido a que estos ríos alimentan al río Huatanay localizado en el Hurin11. Precisamente en estos ríos, según Garcilaso, era en donde se arrojaba el pancuncu12 y también el agua que había servido para purificar los males del cuerpo durante la Situa.

Rowe (1967)13 y Kauffmann (1985)14 han propuesto una forma felínica del sector monumental del Cuzco basados en las crónicas de por ejemplo, Juan de Betanzos (1987:60 [1551: Cap. XIII]). Aun en la actualidad no se ha llegado a un consenso al respecto e incluso Manuel Chávez Ballón (citado por Kauffmann 1985:27) menciona que en el Cuzco el único topónimo alusivo a la anatomía de un felino es Pomap Chupan, palabra quechua que significa cola de puma (Szeminski 2008:105).

Es básicamente en este sector, según Molina y Garcilaso, en donde se desarrollaba la Situa salvo excepción del primer día cuando partían del Haucaypata, a través del Cápac Ñan, en dirección a los cuatro Suyos, los incas de sangre, para arrojar los males y enfermedades del sector monumental del Cuzco; o cuando iban a venerar a la imagen de Huanacaure localizada en el cerro del mismo nombre.

Los cuatro grupos de 100 personas, mencionados por Molina, estaban compuestos por panacas (incas de sangre) (Tabla 3), incas de privilegio (Tabla 4) y mitimaes (Tabla 5) de los cuatro suyos cuzqueños. Él los nombra empezando por las panacas e incas de privilegio que vivirían en y alrededor del sector monumental para finalizar con los nombres de los mitimaes que poblarían las zonas más alejadas y quienes eran los que arrojaban los males a los ríos Quiquisana (en el Collasuyo al SE), Apurímac (en el Chinchaysuyo al NW), Pisac (en el Antisuyo al NE) y Cusibamba (en el Cuntisuyo al SW).

Tabla 3. Panacas que salían del Cuzco a botar los males. Elaborado por Monteverde Sotil (2009),
basado en Bauer (2000) y Zuidema (1994).
Panacas getting out
Cuzco to throw away evils. Designed by Monteverde Sotil (2009)
based in
Bauer (2000) and Zuidema (1994).

Tabla 4.Panacas que salían del Cuzco a botar los males. Elaborado por Monteverde Sotil (2009),
basado en Bauer (2000) y Zuidema (1994).
Panacas getting out of Cuzco to throw away evils. Designed by Monteverde Sotil (2009)
based in
Bauer (2000) and Zuidema (1994).


Tabla 5. Mitimaes que participaban en la expulsión de los males. Elaborado por Monteverde Sotil (2009).
Mitimaes participating in expulsion of the evils. Designed by Monteverde Sotil (2009).

Para Garcilaso eran solamente cuatro las personas (incas de sangre) las que partían del Haucaypata a expulsar los males en dirección a cada uno de los suyos del Tahuantinsuyo, ellos recorrían una distancia de un cuarto de legua (aproximadamente 1.250 m)15 para luego entregarles sus lanzas a otros cuatro incas de privilegio quienes también corrían otro cuarto de legua y así sucesivamente hasta alejarse entre 5 y 6 leguas (aproximadamente unos 30 km) del sector monumental del Cuzco.

Aunque Garcilaso no especifica dónde se arrojaban los males, podemos suponer que los ríos, mencionados por Molina, además de su importancia religiosa16, servirían para reforzar y reafirmar la organización social interna del Cuzco y los límites naturales de la extensión política de la capital del Tahuantinsuyo durante la expulsión simbólica de los males durante la Situa. Además, recordemos que el primer día de la Situa, según Molina, eran expulsados del sector monumental aquellos que no eran naturales del Cuzco y que cuando los ayllus entraban al Haucaypata y ocupaban dicha plaza lo hacían diferenciándose si eran del Hanan Cuzco o Hurin Cuzco. Como podemos notar, la organización y diferenciación espacial y social se hacen evidentes en el relato tanto de Molina como de Garcilaso.

Algunos Posibles Antecedentes de los Espacios, Estructuras y Cultos Religiosos de la Situa

En algunos sitios Tahuantinsuyo del Perú se han podido evidenciar que la estrategia de ocupación y de asentamiento de los incas se caracteriza por la reutilización de espacios y la reocupación de algunas estructuras. Asimismo, la religión imperial más que ser excluyente fue incluyente y fue respetuosa, hasta cierto punto, de las tradiciones y costumbres religiosas de los pueblos que incorporaron al Tahuantinsuyo, ya que al mismo tiempo este respeto y continuidad fueron utilizados a favor de los intereses del imperio. Ahora bien, Molina refiere que ya desde tiempo anterior a Pachacutec Inga Yupanqui (inca convencionalmente aceptado como el iniciador del imperio) se celebraba la fiesta de la Situa; esto nos va a permitir realizar un breve ensayo sobre algunos posibles antecedentes preimperiales de los espacios físicos, estructuras, rituales, deidades, etc. que son mencionados por Molina en su relato de la Situa.

Como hemos visto anteriormente, el espacio físico principal de la realización de la Situa fue el sector monumental del Cuzco. Asimismo, hemos citado a algunos cronistas que mencionan que fue Pachacutec el iniciador de las construcciones de la capital imperial. Espacio que según Betanzos (1987:17 y 81 [1551: cap. III y XIII]) estuvo previamente ocupado por distintos grupos étnicos. Al respecto, en excavaciones realizadas en el Coricancha (Rowe 1944 y Gonzales Corrales 1984) y en Sacsayhuaman (Guzmán Ladrón de Guevara 1961), dos de las estructuras mencionadas por Molina y Garcilaso en sus relatos de la Situa, se ha podido comprobar la existencia de muros del Intermedio Tardío (1.100-1.440 d.C.)17 debajo de los muros imperiales. Una posible relación entre estos dos periodos en el Cuzco aún está pendiente por resolver, que esperamos pronto la arqueología nos ayude a conocer.

Asimismo, hemos notado que aun en la actualidad existe consenso que la arquitectura cuzqueña preimperial fue básicamente muy modesta (tanto en factura como en volumen). Nosotros proponemos que esto no necesariamente fue así, ya que en Choquepuquio un asentamiento del Intermedio Tardío, localizado en el extremo SE del valle de Lucre (Cuzco) y excavado por McEwan et al. (2005), presenta estructuras complejas y de grandes dimensiones (Figura 4).

Figura 4. Vista de una de las estructuras a modo de canchas del asentamiento de Choquepuquio (izq.)
y de otras dos (der.) en cuyos centros hay una gran roca con un pozo a donde ingresaba agua desde la parte externa de la estructura a través de canales.
Lámina diseñada por Monteverde (2009), basado en McEwan et al. (2005).
View of an orthogonal structures at Choquepuquio (left) and two others (right), all of which have a large rock in their centers with a pool that is
filled by a canal coming from outside the structure. Illustration by
Monteverde (2009) based in McEwan et al. (2005).

Precisamente en Choquepuquio estos investigadores descubrieron, en la estructura A1 y A3 de Choquepuquio, grandes rocas de donde brotaba agua que venía de un canal subterráneo que se prolongaba desde la parte externa de dichas estructuras. Esta agua se vertía dentro de un pozo aledaño a las rocas, donde, según los autores, se hacían rituales y ofrendas líquidas (Figura 4). Asimismo, John Topic (1999, 2008) descubrió en Huamachuco, La Libertad, el santuario del oráculo de Catequil (dios del rayo), en donde existieron unas estructuras en las cuales se realizaron actividades rituales entre el Horizonte Medio (600-1.100 d.C.) y el Tahuantinsuyo. Una de ellas era de planta rectangular, de aproximadamente 3 por 5 metros de lado y 2 de alto (John Topic, comunicación personal 2009), en cuyo centro había un contenedor donde se ofrendaba chicha18. Dicho contenedor se comunicaba con otros dos localizados en el exterior a través de canales subterráneos. Además, alrededor de dicha estructura había canales empleados durante las ofrendas líquidas y consultas oraculares (Figura 5).

Figura 5. El oráculo de Catequil, localizado en el dpto. de La Libertad, presenta una estructura rectangular frente al cerro Icchal;
la cual tiene canales y contenedores empleados durante ofrendas líquidas y consultas oraculares. Lámina diseñada por Monteverde
(2009), basado en Topic (2008) y Topic et al. (1999).
The Oracle from Catequil, located in the department of La Libertad, consists of a rectangular structure in front of Cerro Icchal
which has channels and pools used during liquid offerings and oracle consultations. Figure by Monteverde (2009) redrawn from
Topic (2008) and Topic et al. (1999).

Del párrafo anterior podemos deducir que: (1) canales subterráneos de agua, estructuras de donde brota o entra esta agua, contenedores de agua y (2) ofrendas líquidas en estas estructuras preincaicas son muy similares a las características de algunos ushnus del Tahuantinsuyo. Además, Molina al referirse al ushnu del Haucaypata comenta que este era una pila de piedra forrada en oro, con un agujero y un canal que llegaba, subterráneamente, hasta el Coricancha, el Quishuarcancha y el Pucamarca.

En un artículo anterior (Monteverde 2007) propusimos que los ushnus tendrían una tradición formal y funcional preincaica de libaciones, asociada con las pacchas19 o vasijas ceremoniales (Figura 3) y que dichas ceremonias estaban relacionadas igualmente a dioses preincaicos con atributos sobre el agua, como por ejemplo el dios del rayo. Lo cual podría reforzarse con el relato de Molina y con los descubrimientos de Topic, ya que en ambos casos se le rendían culto y hacían ofrendas líquidas al dios del rayo (Catequil en Huamachuco y Chuquilla durante la Situa) en estructuras de características formales muy similares.

El dios del trueno, rayo y relámpago fue conocido en diferentes regiones y en diferentes periodos en el mundo andino prehispánico con los nombres de Illapa, Lipiaq, Pusikaqcha, Chuki Illa, Catequil, etc. (Yaranga Valderrama 1979:697, 699). Su culto, durante el incanato, sería el resultado de una serie de sincretismos acaecidos en épocas preincaicas relacionados principalmente con las aguas de las lluvias. Precisamente en la Situa, fiesta que buscaba purificar los males producidos con el inicio de las lluvias, la imagen de Chuquilla era llevada al Haucaypata, en donde había un ushnu, en el cual se ofrendaba chicha en su honor. Además recordemos que la Situa se festejaba luego del mes de la siembra20 (Tabla 1).

Otra deidad venerada en la Situa y que tenía una larga tradición de culto en el mundo andino (Itier 1993:97) era Viracocha, el cual estaría asociado con el dios Huari de la sierra central, con el dios Cuniraya de Huarochirí y con el dios Tunupa de la sierra sur del Perú. Hemos notado, en el relato de la Situa de Molina, que Viracocha Pachayachachic (hacedor, creador, etc.)21 ocupa un status similar e incluso en ocasiones más privilegiado que el Sol y las demás deidades. Molina lo nombra casi siempre primero cuando narra el orden de las ofrendas y oraciones que se le hacían y decían respectivamente.

La Situa y su Trasfondo Político e Ideológico

Decir que con la fiesta de la Situa narrada por Molina sólo se buscaba expulsar los males al inicio de las lluvias, botándolos en los ríos, mientras se oraba a los dioses, se ofrendaba chicha en el ushnu, etc., sería una deducción a medias. La Situa no fue sólo una ceremonia simbólica de purificación, sino también de alianzas político-religiosas. Donde los males al mismo tiempo serían los problemas políticos, económicos, administrativos y/o de poder en el Tahuantinsuyo, los cuales eran tratados y analizados durante el desarrollo de la Situa. Según Molina, al inicio de ella se reunían en el Coricancha: el Inca y los encargados del Sol, Huanacaure, Viracocha Pachayachachic y Chuquilla a pactar las actividades a desarrollarse; pero a la vez, para nosotros, a analizar el plan de alianzas simétricas y asimétricas con las panacas, incas de privilegio y demás poblaciones del Tahuantinsuyo a tratarse durante la Situa.

Estas poblaciones venían en peregrinación trayendo a sus huacas desde sus lugares de origen hasta el Cuzco. De esta forma se revalorizaban las fronteras espaciales existentes en el valle cuzqueño que eran reafirmadas el primer día de la Situa cuando partían del sector monumental del Cuzco los incas de sangre, según Molina y Garcilaso, a arrojar los males, haciendo diversas escalas en distintos lugares, en los ríos Quiquisana (Collasuyo), Apurímac (Chinchaysuyo), Pisac (Antisuyo) y Cusibamba (Cuntisuyo) según Molina, o a unos 30 km de distancia según Garcilaso.

De acuerdo con Molina, al entrar al Haucaypata estas poblaciones les rendían ofrendas, ellos y sus huacas, al Inca, Huanacaure, Viracocha Pachayachachic, el Sol y Chuquilla. Luego reunidos todos alrededor del ushnu festejaban mientras se realizan pronósticos y vaticinios, sobre el éxito de la siembra y otros asuntos estatales del Tahuantinsuyo, soplando las entrañas de camélidos sacrificados en la plaza. Para nosotros estos vaticinios o consultas oraculares no fueron dejados al azar o fueron un engaño por parte del incanato. Pensamos que fueron la manifestación visual y ceremonial del resultado analítico y consciente de un grupo de personas entendidas en política, economía, estrategias militares, etc., y que era justificado a través de la ceremonialidad o visualización del poder que el Inca ejercía sobre la huaca, traídas al Cuzco, al poder conversar con ellas o incluso a destruirlas en público.

Al terminar la Situa, estas poblaciones dejaban a sus huacas a las cuales se les daban tierras y cuidadores en el Cuzco, como símbolo de alianza religiosa y política; al mismo tiempo se llevaban las huacas que habían dejado el año anterior, evidenciándose así la renovación de beneficios y estrategias en el Tahuantinsuyo. Obviamente no todas las alianzas fueron restablecidas y muchas de ellas fueron reformuladas o rechazadas.

A ello, la religión, justificadora del poder del Inca y de su gobierno, no fue usada como represión social, sino más bien fue el soporte vertebral y justificatorio de las acciones políticas, administrativas, etc., del Tahuantinsuyo. Por ejemplo, en el relato mítico de Manco Cápac y en la fundación del Cuzco encontramos la presencia de dioses que justificarían los hechos cometidos por este personaje. Por ejemplo, Viracocha Pachayachachic crea una nueva humanidad en el altiplano luego de un diluvio y la manda a poblar la tierra. Esto evidencia la reorganización del mundo andino, después de un periodo de caos y destrucción como señala Franklin Pease (1967, 1968). Por ello, pensamos que este diluvio, mencionado en numerosas crónicas, no es un invento hispano basado en Noé (Urbano y Calvo 2008), sino más bien una reinterpretación hispana de la historia andina.

Los términos hacedor o creador (Pachayachachic) fueron una interpretación hispana que harían alusión a "los ordenadores o los reorganizadores" del mundo o, mejor dicho, de los mundos andinos. Si apreciamos las láminas de Martín de Murúa (2004 [1590: 95r, 96r y 101r]) (Figura 6) vemos que el autor escribe Pachayachachic en su recreación pictórica de Cápac Yupanqui adorando al sol, hablando con las huacas y con el dios Pachacamac.

Figura 6. Representación de la adoración al Sol (1) y del Inca hablando con las huacas (2) por Murúa (2004 [1590]).
Nótese en éste y en el anterior la inscripción Pachayachachic, (3) Guamán Poma de Ayala (2008 [1615]) representa al inca
hablando con las huacas reunidas debajo de Huanacaure, (4) Escultura que representa a Mama Catequil, descubierta en el santuario oracular de Catequil en La Libertad (Topic 2008). Obsérvense las similitudes formales entre esta escultura y los dibujos de Murúa y Guamán Poma. Lámina diseñada por Monteverde (2009).
Representation of the Sun adoration (1) and the Inca talking to the Huacas (2) by Murúa (2004 [1590]). Notice both have the inscription Pachayachachic, (3) Guamán Poma de Ayala (2008 [1615]) represents to Inca talking to the huacas in a meeting below Huanacaure, (4) Sculpture representing
Mama Catequil discovered in The Sanctuary of the Oracle of Catequil in the city of La Libertad (Topic 2008).
Observe the formal similarities between the sculpture and the
Murúa and Guaman Poma’s drawings. Figure by Monteverde (2009).

Es decir, en la religión inca no existió un solo ordenador o reorganizador, sino varios. Incluso el dios Sol tuvo personalidades distintas basadas en su localización en el cielo durante el año; por ende, cultos diferentes22 (Figura 7). Asimismo, Garcilaso, en su relato de la Situa, menciona la existencia de una casa del Sol en Sacsayhuaman, donde se trataban asuntos de guerra y otra (el Coricancha) donde se discutían asuntos de paz y amistad. E incluso el arqueólogo Peter Eeckhout (2004:496-497) ha propuesto que el culto a soles diferentes se dio en templos distintos: en el Titicaca (sol de arriba) y en Pachacamac (sol de abajo). Por otra parte, algo que comparten el Sol, Viracocha Pachayachachic y Huanacaure, en las fuentes escritas coloniales, es que todos ellos están relacionados con los mitos de origen de los incas. Mitos que serían celebrados durante la Situa.

Figura 7. (1 y 2) Representaciones de Guamán Poma de Ayala (2008 [1615]) del Sol y (3) del captor de Tupac Amaru llevando
el ídolo de Huanacaure y del Sol. (4) Representación iconográfica de Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua (1993
[1613]) de Viracocha Pachayachachic (4a), del sol (4b) y el rayo (4c). Lámina diseñada por Monteverde (2009).
(1 and 2) Guamán Poma de Ayala (2008 [1615]) representations of Sun and (3) of the capture of Tupac Amaru also showing the
Huanacaure idol and sun (4) Iconography representation by Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua (1993 [1613])
of Viracocha Pachayachachic (4a), the sun (4b) and the ray (4c). Figure by Monteverde (2009).

Además recordemos que el mismo Molina (2008 [1574-1575]:19) cuenta que dentro de las reformas administrativas y religiosas de Pachacutec éste en un inicio renegó del Sol, al decir que un dios poderoso no podía ser tapado por las nubes, que por ello Viracocha Pachayachachic debía ser el dios principal. Pero luego él mismo propone que ambas deidades deberían recibir el mismo trato. En la religión inca no vemos el reemplazo de un dios por otro como en los mitos preincaicos23, tal vez porque en el Tahuantinsuyo primó más la inclusión que la exclusión religiosa; pero obviamente se mantuvieron ciertas jerarquías entre ellos. Lo cual se hace evidente en la Situa donde los cultos a Viracocha Pachayachachic, el Sol, Chuquilla y Huanacaure son compartidos en la mayoría de los casos.

Asimismo, en un mismo templo (el Coricancha) se reunían las imágenes de todas estas deidades e incluso se les colocaban alrededor del ushnu donde eran veneradas juntas, además recordemos que algunos cronistas señalan que el Quishuarcancha y el Pucamarca compartieron culto a Viracocha Pachayachachic y Chuquilla, no realizándose con ello cultos independientes a cada uno en sus respectivos templos, salvo algunas excepciones que son mínimas. A ello, la unión, pero al mismo tiempo la diferenciación, social, espacial y de cultos fue una característica resaltante del imperio del Tahuantinsuyo que hemos podido notar en la Situa.

En la Situa, Viracocha, el Sol y Huanacaure y Chuquilla no solamente eran reverenciados por sus descendientes directos (el Inca y las panacas), sino también por los demás pobladores (incas de privilegio y numerosos ayllus del valle o foráneos) que encontraban así la manera de insertarse dentro del eje social, político y económico del Tahuantinsuyo. Finalmente queremos decir que el mandato sagrado del Inca era aceptado y creído por él mismo y por los demás pobladores del imperio, ya que, como se ha comentado anteriormente, la religión, justificadora del poder del Inca y de su gobierno, no fue usada como represión social, sino más bien fue el soporte vertebral y justificatorio de las acciones políticas y administrativas realizadas durante la Situa.

Conclusiones

Como hemos podido ver, la Situa se desarrolló y organizó dentro del sector monumental del Cuzco. En ella participaron el Inca, las panacas, incas de privilegio y sólo los últimos dos días las demás gentes del Tahuantinsuyo. La Situa se celebró casi en su totalidad al aire libre, en la plaza del Haucaypata y alrededor del ushnu. Asimismo, se le rindieron culto y ofrendas a deidades de larga tradición preincaica como lo fueron el dios del rayo y Viracocha. Donde las ofrendas líquidas que se les dedicaban a estos dioses y que se hacían dentro del ushnu tendrían un antecedente de libaciones que se remontaría a épocas preincaicas (p.ej., Choquepuquio y Catequil). La importancia política de la Situa era el control estratégico a través de alianzas simétricas y asimétricas entre el Inca, las panacas y los incas de privilegio; así como también entre los ayllus que en su conjunto conformaban el Tahuantinsuyo. Finalmente queremos decir que sólo trabajos arqueológicos e interdisciplinarios, sistemáticos y planificados, de largo plazo dentro del Cuzco podrán darnos mayores luces sobre la Situa.

Agradecimientos: A mis padres, hermanos (a Daniel por la traducción), a Ernestito, a Sue-Ellen Macarena Cruces N. Arqueóloga (UNFV), a los evaluadores de la revista Chungara por sus comentarios y paciencia en la revisión de este artículo y a los estudiantes de arqueología del Perú, "en ustedes se protege el futuro de nuestro patrimonio cultural".

Notas

1 "Relación de las fábulas y ritos de los incas" (2008 [1574-1575]). Según proponen Urbano y Calvo Pérez (2008:XIII-XIV) Cristóbal de Molina (nacido en 1529-muerto en 1585) no habría sido ni criollo ni mestizo, sino español, hijo de Diego de Jaén y María Gómez de Ávila, vecinos de Baeza (España). Llegó al Cuzco en 1556.

2 Al respecto, desde los años setenta del siglo pasado hasta la actualidad autores como Murra (1972), Rostworowski (1978), Bauer (2008), entre otros, se han apartado de la hipótesis del surgimiento del Imperio del Tahuantinsuyo a razón única del éxito personal de Pachacutec sobre los Chancas y han desplazado sus interpretaciones a procesos más amplios y complejos, como por ejemplo el económico, para explicar el inicio de este imperio.

3 Empleamos el término sector monumental del Cuzco para referirnos al área comprendida entre los ríos Tullumayo, Saphy y Chunchulmayo.

4 Romualdo Aguilar en 1913 (citado por Bauer 2000:124) identificó un pequeño grupo de restos incaicos cerca de la cumbre de este cerro, los cuales serían el susodicho adoratorio. Montaña a la cual aún le siguen haciendo ofrendas (Bauer 2000).

5 Es así que Gasparini y Margolies (1977:48, 58) y Agurto Calvo (1980:56) localizan al Quishuarcancha en el espacio que ocupa parte de la Catedral del Cuzco. Mientras que en el plano de Brian Bauer (2008:219, 223) los templos de Quishuarcancha y Pucamarca están localizados juntos, aledaños al Acllahuasi y al Hatuncancha. Por su parte, Gasparini y Margolies, ubican en esta misma ubicación sólo al Pucamarca que no es precisada por Agurto Calvo. En un plano más temprano de Squier (1974 [1877]) vemos que él localizó al templo de Pucamarca en los espacios ocupados, en los planos de Bauer y Gasparini y Margolies, por el Hatuncancha y Pucamarca, sin precisar la localización del Quishuarcancha. Hyslop (1990:35) emplea el mismo plano de Agurto Calvo.

6 Cobo localiza el templo de Pucamarca en el sector del Chinchaysuyo, sexto Ceque, huaca segunda [Ch-6:2] (en Bauer 2000) y al respecto escribe: "... era una casa o templo disputado para los sacrificios del Pachayachachic, en el cual se sacrificaban niños y todo lo demás...".

7 Él designa "... Pucamarca quisuarcancha... [como]... la casa o templo diputado para los sacrificios del hacedor y de los truenos...".

8 Cristóbal de Molina no menciona explícitamente el nombre de la plaza desde donde 400 personas agrupadas alrededor del ushnu partían en dirección a los 4 suyos a arrojar los males fuera del Cuzco. Pensamos que Molina se refiere al ushnu del Haucaypata y no al del Hurin Haucaypata. Ya que el Haucaypata era la plaza principal de la llacta cuzqueña, de donde partían los 4 caminos principales a los 4 suyos y en términos generales era el centro simbólico de casi todas las actividades de la Situa. Santillana (2001:263) también menciona que esta es la plaza mencionada por Molina. Además, Garcilaso de la Vega (2005[1609: Lib. 7mo, Cap. VI y VII]) refiere que era desde la actual plaza de Armas desde donde partían no 400 sino 4 personas en dirección a los cuatro suyos durante la Situa. Por ello, para nosotros Tom Zuidema (1979:326) comete un error de interpretación del relato de la Situa de Molina al comentar que era desde el ushnu del Hurin Haucaypata de donde salían las 400 personas en dirección de los cuatro suyos.

9 Bernabé Cobo (en Rowe 1981:232) menciona la existencia de otro ushnu en la plaza de Hurin Haucaypata: [An-5:1] "...la primera era una piedra llamada vsno, que estaua en la plaça de Hurin aucaypata..."; del cual Zuidema (1979) propuso una asociación astronómica con el Coricancha, el Sunturhuasi y el ushnu del Hanan Haucaypata.

10 Asimismo, Sherbondy (1987) añade que la panaca de mayor importancia y privilegios era la del Inca que estaba gobernando, en segundo lugar venía la panaca cuyo Inca recién había dejado el poder y así sucesivamente hasta llegar a la panaca de Manco Cápac (el primer Inca) que era la que menos privilegios tenía. Esta jerarquía está reflejada en la organización espacial del sector monumental de la capital incaica. Donde los primeros incas corresponden al Hurin (bajo Cuzco), menor jerarquía, y los últimos al Hanan (alto Cuzco), considerado de mayor privilegio.

11 En excavaciones arqueológicas realizadas en el sector monumental se han hallado gran cantidad de canales y reservorios; por ejemplo, los canales de Colcampata excavado por Valencia Zegarra en el año de 1974 (1984:47,51); donde los puntos de captación de aguas de estos canales estaban en las cabeceras de los ríos Saphy y Tullumayo. Y el gran reservorio de agua de Moyocmarca en Sacsahuaman excavado en 1933 por Valcárcel (1934:8). Moyocmarca es una estructura de planta circular, compuesta por tres círculos concéntricos, e inserta en una estructura de planta ortogonal. Con capacidad para contener 4.696 litros. Contaba con numerosos canales que recibían el agua que llegaba desde la quebrada de Chacan, Quespihuara o Qespiguara de donde vienen dos riachuelos que forman el río Saphy. En este lugar existe un reservorio inca de agua (Angles Vargas 1990:126).

12 Pancuncu: era una suerte de teas, antorchas o bolas de paja encendidas.

13 Rowe reunió información histórica sobre la fomra felínica del Cuzco y propuso empleando un plano de Squier (1974 [1877]:232) cual pudiesen haber sido los contornos de dicho felino. Ël sostiene que se trataría de un puma representado de perfil y en posición sedente sobre sus patas traseras. Para dicho autor, la cabeza sería Sacsahuaman y el espacio comprendido entre los ríos Saphy y Tullumayo formarían el tronco y la cola.

14 El autor plantea que Sacsayhuaman fue construido con la intención de evocar la cabeza del felino; y que dicha cabeza es de un ave rapiña. Él se basa para sostener su hipótesis en la recurrencia de figuras o seres sobrenaturales mixtos en la iconografía prehispánica (dos animales en una sola figura). Agrega que la sucesión a desnivel de las tres líneas de muros de piedras enormes de Sacsayhuaman habrían sido simbólicamente las plumas que coronan la cabeza ornitomorfa.

15 Para Hyslop (1990:35) una legua, mencionada por los cronistas, mide aproximadamente 5 kilómetros.

16 En el Cuzco confluían dos elementos esenciales de la cosmología andina: el agua y la piedra ya que de un total de 328 huacas que tienen los Ceques, en la relación de Bernabé Cobo (en Rowe 1981), el 29% son manantiales o fuentes de agua y otro 29% son rocas. Sumando ambos hacen aproximadamente el 60% del total de las huacas (Bauer 2000:24).

17 Asimismo se han hallado muros del Intermedio Tardío durante las ampliaciones del hotel Libertador (Gonzales Corrales, 1984);  en los barrios de Lucrepata, Coripata y Colcampata (Alfredo Valencia 1984); y en los alrededores de la capital cuzqueña (Rowe 1944). Además, Brian Bauer (2008) reconoció distintos estilos de cerámica, del Intermedio Tardío, en el valle cuzqueño, lo que evidenciaría una compleja y densa ocupación durante este periodo.

18 El Dr.Topic nos comentó (comunicación personal, junio 2009) que para él dicha estrcutura habría tenido unos dos metros de alto más o menos. Asimismo, prueba microscópicas realizadas en algunos tiestos de cerámica evidenciaron el uso del maíz. También se encontraron gran cantidad de jarras y coladores asociados a esta estructura (Vásquez et al. 2002:62-65).

19 González Holguín (1989 [1608]: 268,358) traduce: Ppacha como fuente, chorro de agua, canal caño. Ppacchaylla ppacchak vnu, ppacchay ppachayll lluksik como agua o chorro que corre o agua de pie. Ppaccharcarin como agua que corre por muchos años. Y a su vez traduce Vsnu como tribunal de juez de una piedra hinchada.

20 Aún en la actualidad existe una asociación directa entre ushnu, el rayo, las lluvias, la agricultura y la unión de los tres mundos de la cosmovisión andina. Por ejemplo, Yaranga Valderrama (1979:710.714) registró en los años setenta en las zonas de Víctor Fajardo y Cangallo en Ayacucho el siguiente extracto de una oración dirigida a Illapa o Santiago en épocas de sequía: "... Pachanchik hina/como nuestra pacha, tiarikuq/existente, hananpi/en el mundo de arriba, uranpi/en el mundo de abajo, kaypi/en este mundo, kimsapi uklla/en tres uno, apusuyo/del chaman, churarikuq/su creador, usnu rantituk/procreador del usnu, qaqya hinaq/donador de la justicia, yaku churarikuq/creador de las aguas..."

21 Szeminski (2008:142) traduce Uira cocha como: almácigo de sustancia vital, antepasado, bárbaro, Dios, asociado con la muerte. Calvo Pérez (2008:248-249) traduce Pacha: espacio, mundo planeta, tierra y Yachachic: docente, enseñante, maestro, educador, formador, etc.

22 Es decir, en junio (solsticio de invierno) el sol era débil, por ende joven; mientras que en diciembre (solsticio de verano) el sol era fuerte, o sea adulto. En las láminas de Guamán Poma de Ayala (2008:182, 191 [1615:246,258]) se puede apreciar que el sol de junio es mucho más pequeño que el de diciembre y que en este ultimo presenta bigotes a diferencia del de junio. Asimismo, ambos soles han sido representados en posiciones distintas (junio: izquierda / diciembre: derecha).

23 En la religión preincaica, politeísta y cíclica, existieron dioses con cierta relevancia y jerarquía en determinados periodos de tiempo. Cada deidad reemplaza a la anterior, luego de un periodo de caos, reorganizando o recreando al mundo, a la humanidad, el culto religioso, etc. Por ejemplo, en los mitos de Huarochirí encontramos cuatro edades con dioses principales en cada una, donde cada edad y deidad reorganiza el mundo preexistente. Asimismo, Catequil o Apu Catequil (dios del rayo), en el departamento de La Libertad, está asociado igualmente a un nuevo comienzo, a un nuevo mundo. Fue esta deidad quien mató, en venganza, a los pobladores de la tierra (los guachemines) para luego crear una nueva humanidad (los huamachucos).

Referencias Citadas

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Recibido: agosto 2009. Aceptado: octubre 2010.