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Estudios atacameños - Abandono y reutilización de sitios: La problemática de los contextos habitacionales en quebrada de Humahuaca

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Estudios atacameños

versión On-line ISSN 0718-1043

Estud. atacam.  n.34 San Pedro de Atacama  2007

http://dx.doi.org/10.4067/S0718-10432007000200003 

 

Estudios Atacameños: Arqueología y Antropología Surandinas N° 34, pp. 31-49 (2007)

 

Abandono y reutilización de sitios. La problemática de los contextos habitacionales en quebrada de Humahuaca

 

María Clara Rivolta1

1.Instituto Interdisciplinario Tilcara, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires y Escuela de Antropología, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Salta. Av. Bolivia 5150 (4400), Salta, ARGENTINA. Email: candycar@uolsinectis.com.ar


RESUMEN

Se discuten los procesos de abandono y reutilización en sectores residenciales de quebrada de Humahuaca (Jujuy, Argentina), definiendo las causas y los momentos en los que estos procesos tuvieron lugar a nivel regional, así como la variación en las condiciones que pueden presentar los contextos habitacionales en un mismo sitio. De acuerdo a esto, consideramos el caso de las terrazas domésticas de Banda de Perchel, en el cual se efectuaron excavaciones en dos recintos contiguos, observando diferencias sustanciales en términos de un uso reiterado en uno de los casos asociado a otro con utilización parcial del espacio, definido por el muro perimetral.

Palabras claves: reocupación - abandono - terrazas domésticas - quebrada de Humahuaca- Período Tardío.


ABSTRACT

We discuss the processes of abandonment and reuse of the residential sectors in quebrada de Humahuaca, and define their causes and the moments they took place at the regional level, by assessing enclosure variability conditions in a single site. Within this framework, we studied Banda de Perchel, a domestic terrace site where where we excavated two contiguous enclosures, observing substantial differences in terms of reiterated use in the first, and only partial use in the second, as defined by the perimetrical wall.

Key words: reoccupation - abandonment - domestic terraces - quebrada de Humahuaca- Late Period.


 

Introducción

El tema de los procesos de reocupación y abandono en sitios de quebrada de Humahuaca para el intervalo definido como Período Tardío (900/1000-1480 DC) no ha merecido hasta el momento un tratamiento específico, a pesar del potencial que presentan en la formulación de propuestas explicativas en torno a la dinámica prehispánica. Precisamente, la profundización respecto de estos procesos ha permitido comprender el modo cómo los diversos emplazamientos estuvieron articulados a lo largo del tiempo, sumado a la posibilidad de desentrañar aspectos relativos a los contextos arqueológicos en sectores habitacionales.

Por lo general, los estudios llevados a cabo en la región se concentraron en el análisis de sitios complejos con escaso énfasis en propuestas que contemplaran aspectos como la reocupación sistemática del espacio, abandono temporal, abandono definitivo y otros, durante el amplio intervalo señalado. En cuanto a los contextos habitacionales, tanto en un mismo sitio o comparativamente entre distintos emplazamientos, no hay estudios extensivos que aborden el problema de la reutilización, a fin de explicar e interpretar las condiciones y la diversidad presentada por los espacios intramuros en sectores residenciales.

En este trabajo hemos procurado hacer uso del modelo de abandono y reocupación planteado, entre otros, por Tomka (1993), Lightfoot (1993) y Kent (1993), para interpretar evidencias arqueológicas y otras anomalías en la presentación de las superficies ocupacionales. Asimismo, en términos de la dinámica particular de los sitios en quebrada de Humahuaca, se ha utilizado el modelo elaborado para la región, el cual parte del reconocimiento de episodios de reocupación y abandono como procesos que han tenido importancia en la configuración de los poblados (Rivolta 2003).

En este sentido, dado que la región que nos ocupa presenta una notable concentración de sitios con particularidades específicas, creemos importante considerar la relevancia de estos procesos en la interpretación del desarrollo regional, aunque también se torna necesario flexibilizar algunos aspectos derivados del análisis de las viviendas, que suelen ser visualizadas de modo esquemático. De esta forma, es frecuente en la interpretación de sectores residenciales que las evidencias constituyan aportes básicamente orientados a definir áreas de actividad considerando la riqueza de información que puede obtenerse en este sentido, pero restando importancia a las condiciones de reutilización, o cómo éstas pudieron modificar los contextos en diferentes direcciones. Esto lleva a definir un conjunto de actividades básicas tales como producción y consumo de manera estandarizada, obviando otra información de interés que pueden producir los contextos habitacionales, aun dentro de un mismo sitio.

Precisamente, es en esa dirección que se plantean los objetivos principales de este trabajo, que son el resultado de aspectos que surgieron a lo largo de nuestras investigaciones sobre diversos sitios. En este sentido, se discutirán cuestiones relativas a la forma como el abandono y reutilización han afectado la dinámica regional y, por otro lado, mediante la utilización de un caso específico centrado en el sitio Banda de Perchel, nos proponemos destacar la diversidad en términos de características que pueden presentar los contextos de vivienda vinculados a la forma como se ha utilizado el espacio en un tiempo relativamente acotado.

Contexto regional

Para la comprensión de la problemática abordada, resulta esencial dar cuenta de las investigaciones efectuadas en la región, dado que se dispone de información relevante para numerosos sitios. El área de trabajo seleccionada se ha focalizado en el espacio delimitado por las quebradas de Yacoraite al norte y Huichairas al sur, aunque también se incorporaron referencias sobre sitios localizados en la sección media de quebrada de Humahuaca. Esta sección, en la que se incluye el área de muestreo, fue definida por Kuhn (1923) sobre la base de transformaciones fisionómicas derivadas de causas topográficas y climáticas, e incluye el tramo que se extiende entre las localidades de Uquía (2800 m.snm) hacia el norte y Volcán (2000 m.snm) hacia el sur. En ella se concentra el mayor cúmulo de investigaciones, tanto en términos de relevamiento y excavación de sitios como en cuanto a síntesis referidas al desarrollo local. Diversos autores generaron propuestas con base en criterios temporales, funcionales, de emplazamiento, de organización interna, de jerarquía de asentamientos y otros, a fin de ordenar el amplio universo existente. Algunos de los aportes incluyen las obras de Debenedetti (1910, 1930), Casanova (1936), Madrazo y Ottonello (1966), Raffino (1991), Albeck (1992), Tarrago (1992,1999), Palma (1993, 1998), Nielsen (1996,1997,2001), Tarrago y Albeck (1998), Rivolta (2003).

En nuestra propuesta de sistematización de sitios consideramos como variables principales la organización interna, la cronología y la selección del área de emplazamiento. De este modo, surgieron las categorías de Primeros Poblados, Terrazas Domésticas y Conglomerados, las que permitieron generar un modelo sustentado en un conjunto de hipótesis que apuntan a explicar procesos que tuvieron lugar durante el Período Tardío. En ellos estuvieron implicados numerosos poblados que constituyen las categorías que se detallan a continuación.

Primeros Poblados

Los sitios incluidos en esta categoría comparten características similares a lo que Casanova (1936) denominó como Pueblo Viejo, aunque para este investigador se trataba de sitios contemporáneos a los Conglomerados, de los que se diferenciaban únicamente por su funcionalidad. Dado que no compartimos este criterio, consideramos oportuno proponer el término Primeros Poblados.

Los sitios representativos serian: Puerta de Juella (Casanova 1937; Raffino 1991), Keta-Kara (Pelissero 1995), La Isla deTilcara (Debenedetti 1910; Casanova 1937), Muyuna (Nielsen 2001) y Huacalera (Rivolta 2003). Suelen emplazarse en zonas próximas a los márgenes del río Grande de Jujuy, es decir, sobre la quebrada troncal. La organización interna comprende un sector edificio de recintos rectangulares y cua-drangulares, construidos con doble muro y rellenos de argamasa; accesos marcados con jambas; vías de circulación que conducen a espacios abiertos; sectores con funcionalidades específicas tal como basurales y, ocasionalmente, corrales. Presentan superficies de aproximadamente 2 a 4 ha. Se trataría de sitios ocupados en el intervalo comprendido entre 900-1000 DC y abandonados alrededor de 1100 DC.

El contexto alfarero está representado básicamente por piezas bicolor y tricolor, pintadas en negro sobre rojo y, en ocasiones, negro bordeado de blanco sobre fondo rojo. Las formas más comunes son vasos con cintura y engrosamiento, escudillas, ollas y vasijas; y la decoración es geométrica con triángulos rayados, reticulados, volutas, dameros, y otros. Asimismo, se registran piezas con representaciones antropomorfas y zoomorfas, aunque en porcentajes bajos.

En cuanto a la conexión de estos Primeros Poblados con las categorías Terrazas Domésticas y Conglomerados, se localizaron en estos dos últimos conjuntos restos materiales (particularmente alfarería) y evidencias arquitectónicas sepultadas sumadas a información procedente de fechados radiocarbónicos, que estarían respondiendo al momento de ocupación de los Primeros Poblados. Desafortunadamente, se dispone hasta el momento de escasos fechados para este tipo de emplazamientos (Tabla 1).

Sitio

Laboratorio

C14(añosAP)

1 Sigma (años DC)2

2 Sigmas (años DC)

Referencias

Keta Kara

AA-13667

889±57

1046-1214

1028-1252

Nielsen (1997)

Muyuna

AA-13668

1022±50

903-1146

895-1154

Nielsen (1997)

Tabla 1. Fechados existentes para los Primeros Poblados.

Terrazas Domésticas

La categoría Terrazas Domésticas fue introducida recientemente en la investigación local (Rivolta 2003), dado que se trata de sitios residenciales cuya modalidad constructiva es similar a estructuras agrícolas, sin que esto implique la refuncionalización de las mismas como recintos habitacionales. Los ocupantes de estos sitios eligieron faldeos a fin de localizar viviendas en un patrón claramente aterrazado, definiendo una organización interna totalmente distinta al caso de los Primeros Poblados. La localization de los sitios se concentra en las márgenes del rio Grande de Jujuy o tramos medios y finales de quebradas subsidiarias a la de Humahuaca, ubicándose en proximidad tanto de los Primeros Poblados como de los Conglomerados. Entre ellos se cuentan: Sarahuaico (Rivolta 1996,2003), Aguirre (Rivolta 2003), Banda de Perchel (Rivolta 1997,2003), Puerta de Maidana (Rivolta 1997,2003; Nielsen y Rivolta 1999), Alto de La Isla (Rivolta 2000, 2003), El Trópico (Rivolta 2003), Campo Colorado (Nielsen y Rivolta 1999), Quebrada del Cementerio (Nielsen 2001; Nielsen etal. 2003-2005), Chucalezna (Nielsen y Rivolta 1999), y La Silleta (Rivolta 2003), entre otros que permanecen inéditos.

Estos sitios presentan una organización interna en patrón constructivo descomprimido, sin arquitectura monumental, ni espacios comunitarios definidos, mostrando una escasa planificación. Cada terraza conforma un espacio multifuncional en el que se llevaron a cabo actividades asociadas al consumo, manufactura y almacenamiento. Las superficies destinadas a funcionar como espacios habitacionales varían en sus dimensiones, pudiendo presentar más de 20 m de longitud y 7 m de ancho, reducidos en parte por el talud acumulado producto del desmoronamiento de niveles superiores. Generalmente, suelen ocupar faldeos sucesivos, lo cual define una superficie relativamente amplia cubriendo en algunos casos más de 6 ha.

En cuanto a los restos alfareros, hay diferencias con los conjuntos correspondientes a los Primeros Poblados, tanto en la forma de las piezas como en los elementos decorativos utilizados. En particular,destaca la presencia de vasijas medianas y escudillas con decoración en negro sobre rojo, estando ausente la forma de vasos que caracteriza el conjunto material de los Primeros Poblados. Los motivos más frecuentes son los reticulados, dameros y manos, siendo menos comunes los motivos antropomorfos y zoomorfos, y la decoración tricolor de las piezas.

Las vinculaciones que se dieron entre los Primeros Poblados y las Terrazas se refieren a la posible instalación de construcciones aterrazadas sobre algunos de éstos, es decir, se produjeron cambios sustanciales en la forma de organización interna de los sitios y en la selección de los sectores de emplazamiento, que pasaron de superficies niveladas en los Primeros Poblados a laderas empinadas para la construcción de terrazas. En cuanto a los fechados radiocarbónicos, la gran mayoría de ellos estuvo ocupado durante el intervalo que se extiende entre 1100 y1300DC (Tabla2).

Conglomerados

El término Conglomerado fue utilizado inicialmen-te por Madrazo y Ottonello (1966) para referir a sitios de gran envergadura localizados en distintas áreas del Noroeste Argentino. Se trata de emplazamientos cuyas superficies varían entre 7 y 10 ha, reconociéndose como tales: Pucará de Tilcara (Debenedetti 1930; Casanova et al. 1976; Tarrago 1992; Pelissero etal. 1995; Tarrago y Albeck 1998), La Huerta (Lafón 1954; Raffino 1991; Palma 1996, 1998), Los Amarillos (Marengo 1954; Nielsen 1995,1997,2001), Yacoraite (Krapovickas 1969), Volcán (Gatto 1946; Garay 1998; Garay y Cremonte 1998, 2002), Hornillos (Casanova 1942), Juella (Cigliano 1967; Pelissero 1969; Nielsen et al. 2004), Campo Morado (Debenedetti 1918; Palma 2003), Estancia Grande (Salas 1948; Palma y Olivera 1992-1993; Olivera y Palma 1998) y Pucará de Humahuaca (Márquez Miranda 1945).

Estos sitios comparten con los restantes la localization, al menos en términos de su proximidad al río Grande de Jujuy, aunque también se seleccionaron quebradas subsidiarias particularmente en sectores altos. La organización interna muestra una concentración edilicia importante, básicamente en espacios nivelados en los que se destacan áreas funcionales específicas, vías de circulación que articulan sectores de descarte con los espacios residenciales, áreas de especialización artesanal, de rituales, y corrales.

El conjunto alfarero comparte algunos aspectos decorativos y formales con los correspondientes a las Terrazas Domésticas y Primeros Poblados, no obstante, se incorporan nuevas combinaciones y elementos decorativos. Entre los atributos decorativos se incluyen círculos concéntricos, espiralados, reticulados, dameros y bandas serpentiformes, entre otros. En cuanto a las formas, se registran escudillas formalmente similares a las representativas de momentos previos, aunque de mayor tamaño, junto a vasijas de dimensiones variables. Por otra parte, los Conglomerados muestran claros indicios de ocupación incaica, especialmente a partir de la cerámica y algunos elementos arquitectónicos, aspectos que están ausentes en los demás sitios.

Son los sitios con mayor información radiocarbó-nica (Tabla 3), registrándose en la gran mayoría de los casos valores que cubren el intervalo completo del Período Tardío e Inca. Esto se debería a que los Conglomerados presentan evidencias de ocupaciones correspondientes a las de Primeros Poblados y Terrazas Domésticas, identiñcables a partir de estructuras sepultadas y otras en superficie, junto a elementos del contexto material. En ellos, la mayor parte de las estructuras visibles corresponderían a la ocupación de finales del Tardío y al momento incaico.

Reutilización y abandono de sitios en la región

A partir de la síntesis presentada sobre la dinámica regional, abordaremos algunas consideraciones acerca de la problemática del abandono y reutilización, desarrollando las categorías y causas probables que pudieron originar dichos episodios, tal como se indica en la Tabla 4.

Considerando como punto de partida el registro material, el estudio de los procesos de abandono y reutilización, se procura determinar momento y causas del abandono, permitiendo de este modo realizar inferencias sobre la intensidad, cambios en las características de las poblaciones, dinámica de movilidad dentro del área, y otros (Stevenson 1982; Wandsnider 1992; Joyce y Johannessen 1993).

En este sentido, el análisis sobre patrones de asentamiento comienza con la premisa de que los componentes son mejor visualizados como secuencias de ocupación. Cada ocupación es considerada como la manifestación arqueológica de un episodio continuado y simple sobre el uso de un lugar. Estas ocupaciones presentan sus propias cualidades espaciales y temporales, y cada una de ellas deja su propia evidencia respecto de la naturaleza de las actividades llevadas a cabo en la forma de artefactos, residuos y rasgos (Dewar y McBride 1992: 231). Sin embargo, el análisis tradicional falla en algunos casos, en visualizar diferencias sustanciales en la intensidad, duración y contemporaneidad de las ocupaciones de un sitio. Esto es porque en arqueología no se discriminan los tiempos cortos, por lo cual es difícil reconocer las características vinculadas a la permanencia en un sitio por una generación o dos, así como también discriminar los eventos cortos acontecidos en sitios ocupados de manera continuada por varios siglos.

El abandono de sitios es definido arqueológicamente como la ausencia o ausencia parcial de evidencia de magnitud o duración apreciable en un lugar de existencia previa (Fish y Fish 1993: 99). Para algunos investigadores abandono significa solamente "no retorno al lugar" e implícitamente, el uso de una estructura con función residencial o área de trabajo, es la única que cuenta en este tipo de análisis (Rothschild et al. 1993:124). Otros autores, por su lado, han focalizado sus estudios sobre los desechos de facto y las prácticas de conservación como parte de los procesos de abandono (Schiffer 1972,1976, 1987). Tomka (1993) propone el reconocimiento de diversos tipos de abandono: episódico, estacional y permanente; pudiendo producirse a nivel de asentamiento, de unidades domésticas o de conjuntos agregados, incluyendo planificación previa o ausencia de planificación.

En este sentido, si bien concordamos con las propuestas de los distintos autores respecto del significado de los procesos de abandono y reocupación, también creemos importante considerar el concepto de reutilización. El término reocupación presenta fuertes connotaciones asociadas al mecanismo para distinguir eventos de ocupación disímiles, estableciendo un sesgo entre cada una de ellas. A diferencia, los episodios de reutilización pueden llevarse a cabo en las unidades de vivienda, sin que necesariamente implique el reconocimiento de ocupaciones heterogéneas. Más bien estaría destacando episodios que constituyen tiempos cortos en los que se registran usos diversificados, superficies fundacionales, remodelaciones, entre otros, que han tenido lugar en las viviendas como parte de la dinámica propia de estos espacios.

Para el caso específico de quebrada de Humahuaca, distinguimos los eventos consignados en la Tabla 4 intentando discriminar lo acontecido a nivel regional durante el Período Tardío y otros que pudieron constituir eventos de tiempo acotado, los que estarían basados en procesos de reutilización del espacio. En la propuesta se han utilizado las categorías descritas previamente, es decir, Conglomerados, Terrazas Domésticas y Primeros Poblados.

La propuesta desarrollada en la Tabla 4 parte del análisis de condiciones diferenciales que se inician con el abandono definitivo, es decir, no retorno al lugar, al menos en términos de la ocupación total o parcial de algún sector del poblado. Hasta el momento, este tipo de abandono estaría planteado para las tres categorías de sitios mencionadas, pero producidas en distintos momentos del Período Tardío. No obstante, es necesario destacar que la cercanía entre sitios, al menos en algunos tramos de la sección media, pudo implicar el regreso periódico desde un sitio ocupado a otro abandonado, debido a la necesidad de recuperar elementos que pudieran haber permanecido en este último.

Para el caso en que se presentan condiciones similares al abandono seguidas de reutilización, éstas tendrían como referente causas naturales, específicamente en los sitios en Terrazas, a partir de la identificación de distintos episodios de aluvión en la gran mayoría de ellos. En cuanto a las causas culturales, creemos que la dinámica propia de los espacios residenciales para los distintos poblados generó evidencias disímiles que pudieron manifestarse en un tiempo acotado comprendido en una ocupación simple. Evidentemente, la dinámica interna de los espacios residenciales definió episodios de reutilización, entre los que podemos mencionar las superficies fundacionales, remodelaciones sistemáticas, cambios de función en los recintos, y otros. Algunos de estos casos serán tratados durante la discusión de los resultados de las investigaciones en Banda de Perchel.

Procesos de abandono definitivo

En quebrada de Humahuaca es posible plantear que los sitios dentro del área de trabajo seleccionada han estado sujetos a una serie de eventos de abandono.

Sin embargo, estos últimos no se registran en todos ellos simultáneamente, sobre todo cuando se analizan de manera conjunta los Conglomerados, las Terrazas Domésticas y los Primeros Poblados. Por lo tanto, si tenemos en cuenta esta particularidad, es posible plantear que el abandono definitivo se llevó a cabo de manera gradual a nivel de sitios y no de la región en su totalidad. Es decir, a partir de 1000 DC la región nunca fue abandonada completamente.

De acuerdo al modelo de correlación existente entre sitios para el intervalo correspondiente al Período Tardío, queda claro que algunas Terrazas Domésticas continuaron ocupadas convirtiéndose en Conglomerados, mientras que otras fueron abandonadas, y una pequeña fracción mantuvo las condiciones de emplazamiento a través del tiempo (Rivolta 2003). En este sentido, el caso de los Primeros Poblados sería similar a las Terrazas Domésticas, dado que estas también fueron objeto de abandono definitivo alrededor del siglo XII.

A través de este esbozo sería posible formular entonces una hipótesis inicial en la que se sugeriría que los sitios del área seleccionada estuvieron en algunos casos permanentemente ocupados a partir de 1000 DC en adelante, mientras que otros fueron despoblándose mucho antes. Esto implica reconocer que el abandono definitivo se produjo no sólo en momentos distintos, sino respondiendo a circunstancias heterogéneas en cada uno de los casos.

En este sentido, las diferencias registradas en los contextos arqueológicos de sitios ocupados durante el Período Tardío parecerían además sugerir un tipo de abandono rápido para el caso de los Conglomerados, en tanto que para las Terrazas Domésticas y posiblemente los Primeros Poblados el abandono sería planificado. El marcado contraste en las condiciones que presenta el interior de las viviendas en sitios como Banda de Perchel -en Terrazas Domesticas-respecto de los Conglomerados permitió efectuar inferencias relacionadas con la modalidad de abandono. En muchos Conglomerados se observan sectores residenciales con áreas de actividad claramente definidas sobre superficies niveladas (Palma 1998; Nielsen et al. 2004). En cambio, en las superficies ocupacionales correspondientes a los recintos en Terrazas es común identificar actividades domésticas asociadas a una gran acumulación de restos alrededor de estructuras de combustión. Esto enfatizaría el relajamiento de las actividades de limpieza considerando el pronto abandono del lugar, condición que por lo común suelen presentar los sitios arqueológicos en momentos cercanos al abandono (Schiffer 1987; Joyce y Johannessen 1993; LaMottay Schiffer 1999; Brooks 2003).

Por otra parte, de acuerdo a los estudios de sitios abandonados de forma planificada, es posible constatar que aquellos en Terrazas estuvieron sujetos a este tipo de modalidad, es decir, el abandono definitivo resultó de la planificación y decisión explícita de desplazarse hacia otros emplazamientos. Una condición similar pudo haberse presentado para los Primeros Poblados, no obstante, la escasa información relacionada con las particularidades de los contextos habitacionales no permite avanzar en inferencias más precisas.

A diferencia de los anteriores, los Conglomerados han sido protagonistas de cambios significativos en las condiciones de vida en la región, constituyendo en sí mismos sitios que condensan diversos procesos que involucran episodios de reestructuración y reutilización del espacio. En este sentido, a pesar de la escasa información existente sobre los eventos que acompañaron la llegada de los españoles a la región, probablemente estos sitios fueron objeto de un abandono no planificado de carácter definitivo, aproximadamente a partir del siglo XVI. Si bien se han registrado evidencias hispanas, cabe destacar que las mismas son sumamente escasas al interior de los contextos habitacionales de los Conglomerados. La excepción se presenta a partir del hallazgo de restos de vacuno en un recinto del Pucará de Tilcara (Debenedetti 1930), hecho que pudo producirse en tiempos históricos; además del registro de cuentas venecianas en La Huerta (Lafón 1954: 77). Asimismo, las condiciones y selección de sectores diferenciales para localizar cementerios, como el caso de La Falda (Rivolta y Nielsen 1996-1998; Bordach et al. 1998), resultan, hasta ahora, evidencias inéditas para momentos previos a la conquista, lo cual podría estar dando cuenta de los cambios radicales que tuvieron lugar.

Abandono temporal y reutilización de sectores domésticos

Uno de los factores señalado en la Tabla 4 como causas naturales ha tenido gran importancia en el abandono temporal de diferentes sitios en quebrada de Humahuaca. Entre los episodios registrados más frecuentemente en sitios aterrazados, resulta común la reocupación de sectores afectados por el ingreso de aluviones de lodo y piedras. Estos fenómenos de arrastre no necesariamente alteraron la totalidad de los emplazamientos, con lo cual es posible que el abandono haya sido sectorizado y momentáneo.

Generalmente, las excavaciones permitieron reconocer evidencias de sepultamiento de contextos habitacionales, aunque no siempre los episodios fueran de igual magnitud. En los casos verificados, se identificó una nueva superficie ocupacional luego de los episodios de inundación, no obstante, esta reutilización no implicó cambios en los conjuntos materiales, sino estrictamente un acondicionamiento del espacio para su uso, manteniendo la función previa. Cabe señalar que los contextos preexistentes al aluvión podrían dejar un registro similar al correspondiente a un abandono no planificado, considerando la escasa posibilidad por parte de los ocupantes de precisar con antelación el sector donde habría de producirse dicho evento.

En cuanto a las causas culturales, las modificaciones debidas a la dinámica del ciclo de desarrollo de las unidades domésticas generaron probablemente cambios a corto plazo, o al menos en el plazo de una generación o dos. Este último aspecto se refiere a lo que ha sido definido como ciclo de desarrollo de las unidades domésticas (Goody 1958), con lo que se quiere hacer referencia a las etapas por las cuales transita cada grupo doméstico en perspectiva temporal. Si se parte de esta premisa, es posible plantear una serie de derivaciones aplicables al análisis del contexto material. En este sentido, se han podido verificar al menos en los sitios en Terrazas diversos episodios de reestructuración del espacio implicando remodelaciones y otros eventos que pudieron introducir cambios en las superficies de uso, dando como resultado una acumulación importante de evidencias. Estos episodios podrían originar condiciones similares a los contextos de abandono, dado que las superficies ocupacionales previas serían despojadas de los elementos que forman parte del circuito cotidiano, para ser incorporadas a las nuevas estructuras y, por ende, a la conformación de las nuevas superficies ocupacionales dentro de un mismo espacio residencial.

Un aspecto registrado para los sitios en Terrazas que podría vincularse al ciclo de desarrollo es la existencia de superficies fundacionales que suelen indicar la instalación inicial donde luego se edificará la unidad habitacional definitiva. Las mismas se caracterizan por reflejar instancias relacionadas con rasgos de intensidad moderada asociadas al consumo o actividades de manufactura, representando eventos simples. En este sentido, por las condiciones en las que quedan los contextos, sería posible asimilar de manera aproximada el aspecto de estas superficies con aquellas que son producto de un abandono planificado, dado que constituyen espacios transitorios sobre los que posteriormente se acondicionarán las estructuras habitacionales, mediante la confección de muros perimetrales, pisos consolidados, etc. Si bien las superficies fundacionales y las remodelaciones han sido detectadas en las Terrazas Domésticas, esto no implica que sean propias y exclusivas de estos sitios, sino que podrían verificarse en los restantes casos.

En cuanto a la dinámica interna de los sitios, y particularmente para el caso de las sociedades marcadas por un alto nivel de permanencia en el mismo espacio, podrían señalarse otros aspectos. El amplio intervalo de ocupación al que estuvieron sujetos los Conglomerados determinó que sectores dentro de los mismos fueran reacondicionados manteniéndose las características de instalación previas, particularmente a nivel arquitectónico, mientras que áreas contiguas resultaron paulatinamente modificadas. Un ejemplo estaría dado en el Pucará de Tricara, considerado como un caso de Conglomerado en el que, además de otros sectores edificados, se localizan estructuras aterrazadas en la ladera sur del sitio. Estas conservan aspectos de la arquitectura original, la que probablemente se encontraba en uso durante el momento señalado para la ocupación de estos sitios. Las investigaciones (Tarrago 1992; Tarrago y Albeck 1998) han podido constatar su uso como espacios residenciales, aunque posteriormente pudieron tener otra funcionalidad o dejar de ser utilizados de acuerdo a los cambios que se generaron en la organización del sitio. La ladera sur y el sector de descarte localizado al sureste del sitio parecerían señalar que estas áreas estuvieron sujetas a modificaciones a largo plazo, perdiendo el carácter de sector habitacional para convertirse en áreas de descarte, de inhumación u otras, o que fueran abandonadas favoreciendo otras fracciones del poblado, especialmente los sectores altos nivelados.

Reutilización del espacio

De acuerdo a lo que hemos discutido y considerando la diversidad planteada en torno a los sitios de la región, ilustraremos aspectos relativos a la reutilización de contextos habitacionales, a partir de los resultados obtenidos de la investigación de un sitio en Terrazas Domésticas, como Banda de Perchel.

Este sitio representa un ejemplo en dirección al análisis de los conjuntos de viviendas, en el que según las evidencias es posible registrar la diversidad en la utilización y reutilización de espacios contiguos en un tiempo relativamente acotado.

Características del sitio

Se trata de un sitio en Terrazas Domésticas ubicado a 2 km al sur de la localidad de Huacalera, sobre el margen izquierdo del río Grande de Jujuy. Se emplaza en la cota de 2600 m.snm y cerca del hito demarca-torio del Trópico de Capricornio. Las características de emplazamiento reflejan una superficie amplia, ocupada con viviendas sobre faldeos, organización que se distingue claramente de las categorías de Primeros Poblados y Conglomerados por su disposición en desnivel y por su trazado interno.

El sitio fue dividido en sectores (Norte, Centro y Sur) debido a la necesidad de discriminar los conjuntos de laderas con estructuras, las cuales difieren fundamentalmente en el grado de conservación de las unidades. La topografía desnivelada generó un deterioro progresivo de las terrazas, muchas de las cuales se desmoronaron o se encuentran en franco proceso de destrucción o de sepultamiento debido al acarreo de sedimentos de sectores altos. Esto se refleja en la planimetría, donde se distinguen desniveles como producto del tipo de emplazamiento en los que sólo se preservan tramos de pircado. Indudablemente, la actividad de saqueadores contribuyó a deteriorar aún más el estado general de los mismos.

Por lo común, los recintos tienen formas cuadrangu-lares y rectangulares mientras que los muros están confeccionados en doble hilera de piedras rellena con argamasa, presentado ocasionalmente accesos señalados por jambas. Las terrazas tienen dimensiones variables que van desde 5 m hasta exceder los 20 m de longitud, mientras que el ancho no supera los 5 m, disminuido por la presencia del talud que se formó como producto del desmoronamiento de sectores elevados. Internamente, las terrazas pueden presentar muros divisorios con pasos que facilitan la comunicación entre los sectores, registrándose también algunos que con el tiempo fueron obturados con arcilla e hilera de piedras pequeñas colocadas en la parte superior. Por lo común, los muros de los recintos se construyeron con bloques de mayores dimensiones en la base y rodados medianos por encima, en algunos casos con evidencias de haber sido canteados.

En cuanto a los restos alfareros, se recuperó un total de 5197 fragmentos, de los cuales 526 se obtuvieron del recinto 1, y 3865 del recinto 2. Las formas más representativas son las escudillas (56%) en el recinto 1, seguidas de ollas medianas (28%) y de vasijas de gran tamaño (12%). En el recinto 2, las ollas medianas muestran una mayor presencia (42%), las escudillas 27%, las vasijas grandes 20% y los vasos 4%.

En cuanto a la decoración, la mayor parte de la muestra está constituida por fragmentos ordinarios mientras que dentro de los decorados reconocemos las variantes negro sobre rojo y, en menor proporción, negro y blanco sobre rojo y anaranjado sobre morado, definiendo estos últimos los tipos Yavi. Los motivos decorativos son diversos, aunque el reticulado resulta el más común, seguido de triángulos rayados, escalerados, triángulos con voluta, dameros y manos.

En cuanto a los restos arqueofaunísticos, el estudio llevado a cabo por Yacobaccio y Cata (2006) refleja la presencia mayoritaria de artiodáctilos (45.6%), mientras que los camélidos están representados en un 28% sobre el total de la muestra. En porcentajes menores se encuentran cérvidos, roedores, aves y cánidos. Si bien en la muestra faltan rasgos diagnósticos, el alto porcentaje de artiodáctilos debería ser interpretado como perteneciente a Camelidae,debido a la baja representatividad de cérvidos. Por otra parte, no se registraron restos óseos de vicuña. Un dato llamativo es que en el sitio ha sido posible identificar variedades de llamas tanto del tipo carguero o pelada como de llamas lanudas o chaku.

En Banda de Perchel se realizó la excavación de dos terrazas domésticas contiguas (Figura 1), ubicadas sobre la misma cota, a una distancia promedio de 10 m. Estas unidades fueron designadas como recinto 1 hacia el sur del faldeo, y recinto 2 en dirección noroeste, ambas ubicadas en el sector central del sitio.

Figura 1. Planimetría parcial del sitio Banda de Perchel.

Recinto 1. Presenta una superficie de 12 x 13 m, con un potencial de no más de 0.60 m de profundidad, a partir del cual y, mediante un sondeo, se constató la presencia del sedimento estéril. Las excavaciones representan un 70% de su superficie total, detectando el desmoronamiento parcial de los muros perimetra-les como producto del abrupto desnivel registrado entre la cima del faldeo y la presencia de las terrazas ubicadas en cotas de menor altura. Al igual que en la mayoría de los casos, el muro perimetral bordea la cota de nivel constituida por cada escalón, con lo que cualquier proceso de desplazamiento de materiales en sectores superiores genera un efecto en cadena hacia las terrazas inferiores. De esta forma, los muros este y oeste se encuentran presentes aunque de manera incompleta.

Los resultados de las excavaciones determinaron una funcionalidad de tipo doméstico con evidencias de consumo y posiblemente de producción, efectuándose una superposición de rasgos (Figura 2), los que se hallan discriminados en la Figura 3. Esta sucesión de eventos se inicia con la instalación de lo que hemos llamado superficie fundacional. En esta superficie se definieron tres estructuras de combustión, para las cuales se efectuaron tres pozos elaborados con anterioridad a la construcción del muro perimetral (Figura 2, cuadrícula A, rasgos 1 a 3), los que presentan esporádicamente algunos restos materiales asociados. A escasos metros, como parte también de la superficie fundacional, se efectuó el pozo ubicado sobre el centro-sur del recinto (Figura 2, cuadrícula B, rasgo 6) utilizado como área de descarte, donde se halló un conjunto de fragmentos cerámicos correspondientes a piezas diversas. Es posible que este pozo fuera confeccionado inicialmente con la finalidad de ser utilizado como estructura de combustión, aunque no llegó a funcionar como tal, por lo que fue rellenado con basura. Estos eventos corresponden a los primeros registrados en el espacio antes de la confección del muro, definiendo de este modo el aterrazado.

Figura 2. Banda de Perchel, recinto 1.

Figura 3. Banda de Perchel, recinto 1, perfil A-B.

La construcción del muro perimetral se realizó sobre el sedimento ripioso original del cerro, que con posterioridad fue cubierto sólo en la mitad sur por un sedimento arcilloso. Probablemente la preparación de mortero para el relleno de los muros pudo ser aprovechada para confeccionar la superficie ocupacional. Los hoyos localizados sobre la mitad norte del recinto (Figura 2, cuadrícula B, rasgos 3 y 4) pudieron constituir bases para postes, debido al formato y dimensiones que presentan, conformando el sostén del techo. Este probablemente no cubrió la totalidad del espacio, sino sólo un sector acotado dentro del área del aterrazado.

Con posterioridad a los eventos que se superpusieron a la superficie fundacional, se registraron otros a partir de la localization de estructuras de combustión en proximidad al muro sur y hacia el centro del aterrazado (Figura 2, cuadrícula B, rasgos 1 y 2). Estas estructuras pudieron tener una finalidad diferente respecto al procesamiento de alimentos, ya que presentan características atípicas tales como coloración marrón oscuro del sedimento alternada con manchones blancuzcos, sin restos óseos asociados. Una hipótesis que no ha podido comprobarse es que hayan sido fogones vinculados a la actividad metalúrgica.

Más tardíamente, la ocupación del recinto pareciera haberse concretado en dirección al muro norte del recinto 1, teniendo en cuenta la concentración de cenizas y material arqueológico en proximidad al perfil norte y en relación al tope del nivel 1.

En este último, además, se cavó el pozo para contener las ollas (Figura 2, rasgo 5, y Figura 3), probablemente con la finalidad de funcionar como recipientes destinados al almacenaje y vinculados

con la superficie ocupacional o nivel 1. Precisamente, de este último nivel se procesó una muestra de carbón procedente de las estructuras de combustión registradas (Tabla 5).

Laboratorio

C14(añosAP)

1 Sigma (años DC)

2 Sigmas (años DC)

Referencias

ISGS- 4415

850±70

1052-1261

1036-1273

Rivolta(2003)

Tabla 5. Fechado de muestra de carbón procedente del nivel 1.2 del recinto 1 de Banda de Perchel.

Es importante destacar que en el sector excavado de este recinto la mayor parte de los eventos se localizaron en el espacio comprendido hacia la mitad este. En este sentido, es aquí donde se efectuaron gran parte de los cambios que implicaron también modificaciones en la composición y naturaleza de los estratos. En el caso de la mitad oeste, la ubicación de estructuras de combustión pudo implicar la intención de ampliar el espacio en uso, aunque éste no se concretó. Si bien las estructuras de combustión localizadas originalmente fueron utilizadas hasta el momento de abandono del recinto, este sector pareciera no haber tenido un uso más allá del definido por estas estructuras. Estas características son típicas de los sitios aterrazados en los que a pesar de delimitar un amplio espacio mediante el muro perimetral, constatamos en distintas ocasiones que el mismo no fue ocupado en su totalidad simultáneamente, sino a través de la rotación de sectores. Un aspecto importante de destacar es que la sucesión de eventos señalados (Figuras 2 y 3) sería producto de un mismo episodio de ocupación en el que podría reconocerse un tiempo relativamente acotado de uso. De este modo se definen cuestiones acerca de la reutilización por parte del grupo doméstico que ocupó la unidad, la cual resulta sensiblemente diferente de lo que se plantea a continuación para el recinto 2.

Recinto 2. Se localiza aproximadamente a 10 m al noroeste del recinto 1, correspondiendo a una terraza doméstica de 18 m de largo y 6 m de ancho conformando el primer escalón emplazado por debajo y a continuación de la parte superior del faldeo. A diferencia del recinto 1, la longitud máxima del muro perimetral se orienta hacia el oeste, presentando una mayor complejidad en términos de interpretación dada la serie de variaciones registrada en el uso del espacio. Si bien esta terraza doméstica no fue relevada en su totalidad, la excavación de un 80% de la misma permitió obtener un conjunto importante de datos sobre los que se basan las interpretaciones. El análisis integrado de las cuadrículas posibilitó el aislamiento de episodios constructivos diferentes, observándose variaciones a medida que cada sector fue refuncionalizado, manteniendo constante el carácter de espacio doméstico.

El nivel de ocupación más antiguo en este recinto se localiza aproximadamente a 2.30-2.50 m de profundidad, correspondiendo al sector sur de la terraza. Este uso inicial del espacio se verificó a partir de un muro confeccionado en barro batido, extendiéndose sobre los perfiles suroeste, sur y sureste de la unidad (Figuras 4 y 5.1). De este nivel se recuperaron muy pocos restos arqueológicos, algunos fragmentos cerámicos y partículas de carbón incorporadas a la matriz arcillosa endurecida de la superficie ocupa-cional. Aproximadamente a 1.60 m de profundidad sobre el norte del aterrazado se registró una segunda superficie ocupacional (Figura 4.2a) y dos muros semicirculares asociados. El muro localizado en el centro de la cuadrícula, designado como muro inferior (Figura 4.2b), se prolonga en dirección al ángulo noroeste de la unidad, continuando por debajo del perfil oeste de la terraza doméstica. El segundo muro, semicircular (Figuras 4 y 5.2c), ubicado hacia el este del anterior, continúa su desarrollo debajo del muro con dirección noreste-suroeste (Figuras 4 y 5.3b). En ambos casos, sólo fue posible registrar una parte limitada del recorrido de los mismos. La construcción de estas estructuras sería posterior al muro de barro batido, mientras que en este último sector, es decir, hacia el sur del aterrazado, se registró el inicio de la formación de un montículo artificial formado por una acumulación de ceniza y carbón, ubicada en dirección al ángulo sureste del recinto (Figuras 4 y 5, rasgo 1). El mismo se asocia a fragmentos cerámicos, óseo animal, material lítico y restos vegetales, entre otros, y se localiza aproximadamente entre 2.05 m y 1.75 m bajo el datum. La acumulación de ceniza y carbón no se vincula directamente a estructuras de combustión dado que las mismas probablemente se encuentren fuera del área de excavación. Esta acumulación generó en este sector un desnivel del terreno en dirección suroeste y este-oeste.

Figura 4. Banda de Perchel, recinto 2. Secuencia de uso de la vivienda.

 

Figura 5. Banda de Perchel, recinto 2, perfil C-D.

 

Mientras se encontraba en uso la vivienda representada en el muro inferior, incluyendo posiblemente a aquella localizada al este de la misma, la serie de cambios que tuvieron lugar en el sector se vincularon a un episodio de inundación rastreado en toda la superficie del aterrazado. El material de arrastre en el muro inferior dio como resultado la formación de un estrato de aproximadamente 0.20 m de espesor constituido por una matriz arenosa sin restos culturales. Este mismo episodio fue registrado en la mitad sur de la unidad, pero en este caso se identificaron bloques con adherencias de sedimento y estructuras arcillosas poligonales, características del momento posterior al avance de este fenómeno.

Luego del episodio de inundación, que probablemente inhabilitó temporalmente el espacio doméstico, se efectuó la refuncionalización del sector, por un lado, a partir de la colocación de grandes bloques a fin de nivelar la pendiente, mientras que el muro inferior perturbado por el mismo episodio fue utilizado, a partir de ese momento, como sector de almacenamiento, registrándose exclusivamente la presencia de granos de maíz asociados a partículas de carbón. Los marlos fueron descartados en un sector próximo representado por el rasgo 2 (Figuras 4 y 5, rasgo 2). Por lo tanto, esta última comprende un área de descarte, siendo probablemente desplazada el área efectiva de vivienda hacia el extremo este de la terraza. Por encima del desnivel que produjo este montículo basurero, se construye el muro divisorio interno (Figuras 4 y 5.3a), el cual pudo funcionar como acceso entre distintos sectores de la vivienda, o bien como límite entre un espacio destinado a las actividades de consumo en el sector centro sur de la misma. En tanto, el tercio norte parecería haberse convertido en un área de almacenamiento para depósito de materias primas a juzgar por la acumulación de piedras canteadas. De manera contemporánea a la construcción del muro divisorio interno se levanta el muro con dirección noroeste-sureste (Figuras 4 y 5.3b), el cual probablemente definió el cierre de la terraza doméstica hacia el este. Ambas construcciones son coincidentes con el muro perimetral externo que completa el patrón en terraza (Figura 4.3c).

Durante la construcción del muro perimetral del aterrazado se localizaron restos materiales dispersos en toda la superficie y de manera constante. La disposición de fragmentos cerámicos, óseos, y restos de vegetación entre otros, adquiere la característica que presentan la mayoría de las superficies ocupacionales de los sitios en terrazas domésticas, es decir, la dispersión de material en una matriz arcillosa-arenosa (Figuras 6 y 7).

Figura 6. Piezas y fragmentos cerámicos recuperados de Banda de Perchel.

El evento final en la terraza fue la clausura del sector en el tramo comprendido por el perfil norte, efectuado probablemente como parte de los últimos episodios de remodelación. Esto se desprende del hecho de que este muro (Figura 4.4) se superpone al que corre en sentido noreste-sureste, además de presentar un escaso desarrollo. A tal fin, para sortear el desnivel entre las estructuras se instaló la doble hilera de piedras sobre un soporte de arcilla, generando la obturación del acceso.

Por otra parte, las condiciones de las superficies ocupacionales finales destacan, al igual que para el caso del recinto 1, el abandono planificado de este recinto. Finalmente, se procesó una muestra de carbón procedente de partículas dispersas en la superficie del recinto (Tabla 6).

Laboratorio

C14(añosAP)

1 Sigma (años DC)

2 Sigmas (años DC)

Referencias

ISGS-4416

830±70

1058-1272

1040-1281

Rivolta(2003)

Tabla 6. Fechado de muestra de carbón procedente del nivel 3.1 del recinto 2 de Banda de Perchel.

 

Figura 7. Puntas de proyectil y objetos de hueso procedentes de Banda de Perchel: a) fragmento de cucharilla; b) tubo.

 

Discusión

Uno de los aspectos que se destacan en la presentación de las evidencias obtenidas de Banda de Perchel es la diferencia registrada entre dos recintos localizados en proximidad al interior de un mismo emplazamiento. Estas diferencias permiten suponer una reutilización sistemática para el recinto 2, circunstancia que contrasta notablemente con el recinto 1. Sin duda, en el primer caso tuvieron lugar distintos eventos de remodelación entre los episodios, por lo que los cambios formaron parte de la dinámica típica de un contexto de vivienda. Si tenemos en cuenta los fechados radiocarbónicos, constatamos que ambas unidades compartieron algún momento de la ocupación, aunque el potencial de acumulación resultante difiere notablemente. Esto plantearía condiciones desiguales para cada unidad doméstica en relación con el ciclo de desarrollo particular y respecto de la problemática del sitio en general. Es decir, en el recinto 2 se registraron cambios dentro de la función doméstica dando lugar a una reutilización sistemática del espacio, tal vez atendiendo a que el mismo estuvo ocupado por más de una generación.

Por otra parte, estas unidades habitacionales no reflejan ocupaciones heterogéneas sino que se bosquejan contextos materiales similares. En los niveles superiores se verifican estructuras de combustión asociadas a restos dispersos, ausencia de elementos de molienda y acumulación de basura en áreas de actividad. Esto podría estar reflejando instancias previas al abandono evidentes en el relajamiento de las actividades de mantenimiento de la vivienda, lo cual, sumado a los indicadores anteriores, denotaría la decisión de abandono que tuvo lugar por parte de los ocupantes.

Más allá de considerar los acontecimientos producidos en los recintos habitacionales de Banda de Perchel, es importante discutir la temática referida al modo como los procesos de abandono permitieron articular eventos entre los sitios que mantuvieron una ocupación efectiva durante el Período Tardío en la región. Si bien pensamos que la condición de reutilización del espacio estuvo presente en muchos sectores residenciales tanto de Conglomerados, Terrazas Domésticas como de Primeros Poblados, y que muchos responden básicamente a las particularidades del ciclo de desarrollo de los grupos domésticos, resulta necesario asociar estos episodios de carácter particular con aquellos que tuvieron lugar a un nivel general. En este sentido, los procesos de abandono han sido claves para comprender la articulación de sitios que evidencian ocupaciones contemporáneas en quebrada de Humahuaca, para lo cual el análisis de contextos sumado a los fechados radiocarbónicos sostiene un esquema en el que es necesario el cruce de factores. Si se tienen en cuenta los sitios Conglomerados como los de mayor tiempo de permanencia, se torna imprescindible reflexionar acerca del modo como fueron configurándose los mismos y qué circunstancias pudieron intervenir en este proceso. Esto implica incorporar al análisis las condiciones de reutilización del espacio, abandono, cambios en la funcionalidad y otros, para comprender la forma en que pudo desarrollarse la vida cotidiana en sitios que cumplieron un rol protagónico en los cambios registrados en la región. Precisamente, la alta permanencia en ellos define una concentración resumida de todos los cambios que se registraron de manera parcial y acotada en los restantes sitios mencionados. Esto, a su vez, debe ser entendido combinando los aspectos previos con la visualization del abandono definitivo, siendo necesario distinguir las causas que lo generaron teniendo en cuenta que, por lo común, los procesos de abandono son vistos de forma genérica independientemente del tipo de problemática que los ocasionó. Es decir, esta circunstancia remite a niveles diferenciales en el análisis, los cuales necesariamente deben ser abordados en toda su complejidad, de forma que la investigación en contextos habitacionales resulte un espacio fructífero para comprender el desarrollo de las sociedades y su entorno.

Conclusión

La variabilidad presentada en términos de los patrones de instalación característicos para quebrada de Humahuaca no debe ser analizada de manera rígida, considerando además la identificación de dos instancias diagnósticas. Por una parte, la diversidad constituye el reflejo de procesos que tuvieron lugar a partir de 900-1000 DC en la región, e indudablemente estuvieron asociados a otros eventos de carácter individual y específicos para cada uno de los emplazamientos. Por otra parte, la interpretación debería considerar procesos que, como la reutilización y el abandono, permiten evaluar con mayor precisión las particularidades, para luego generar la articulación del conjunto.

Es así que un aspecto esencial en la interpretación del registro arqueológico de las Terrazas Domésticas, aunque más particularmente de los Conglomerados, reside en la reutilización sistemática de la que fueron objeto. En el caso de las Terrazas Domésticas los procesos de abandono definitivo tuvieron lugar en algún momento del siglo XIV, no siendo reocupados con posterioridad. Mientras que en los Conglomerados, el abandono definitivo posiblemente se produjo durante la Conquista. Estos elementos dieron como resultado diferencias importantes en términos del registro material y otros aspectos concernientes a la dinámica interna en dichos emplazamientos. Precisamente, esta síntesis apunta a analizar y discutir algunas observaciones relacionadas con las temáticas mencionadas.

Evidentemente, la problemática relativa a la dinámica interna de los sitios resulta mucho más compleja de lo que implica la mera identificación de áreas de actividad o superficies de abandono de manera unívoca. La certeza de que los referentes materiales hallados en los espacios cotidianos son representativos de los grupos que los habitaron no invalida la posibilidad de pensarlos en toda su complejidad. En este sentido, nos ha dado pocos resultados reflexionar acerca de la dinámica de los grupos prehispánicos como factible de resumirse en una fórmula de aplicación directa, siendo mucho más productivo analizar la vida cotidiana de los mismos, preservando especialmente la diversidad por sobre la semejanza en los criterios de análisis. El uso de la noción de ciclo de desarrollo de las unidades domésticas forjó la posibilidad de efectuar un abordaje más bien en términos de evidencias tales como las superficies ocupacionales, en donde fuera posible reconocer aspectos relativos a la sucesión de eventos que tuvieron lugar en una o más generaciones a través del tiempo, y no necesariamente recurriendo a la idea de ocupaciones heterogéneas como única vía de explicación.

Lo que hemos discutido en este trabajo se resume en los siguientes aspectos:

a)   La aplicación de la noción de ciclo de desarrollo de los grupos domésticos resulta de utilidad para el análisis de sectores residenciales y sus contextos específicos, y representaría un paso en el abordaje de los tiempos cortos en arqueología.

b)  La diversidad registrada entre dos recintos contiguos, ilustrada por el caso de Banda de Perchel,define la importancia de aplicar un criterio que apunte a destacar la heterogeneidad más que la similitud en los contextos residenciales. Asimismo, brinda otra perspectiva en la exploración de estos sectores, sumando nuevos elementos al clásico enfoque de áreas de actividad.

c) El análisis de los procesos de abandono y reutilización a escala regional permite integrar tiempos cortos y largos a nivel de cada sitio en particular, articulando problemáticas específicas en casos diversos.

Desde luego que estamos lejos de poder brindar una explicación acabada, sin embargo, consideramos que esta síntesis representa un humilde aporte en esa dirección.

NOTAS

2. Se utilizó el programa de calibración para fechados Calib 5.0.1 (StruivereíaZ. 2005).

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