Resumen
En este artículo se sugiere que más que un sistema económico, el mercado es una religión y la economía es su teologia, aunque pretenda ser una ciencia. Su autor analiza, a la luz de sus trabajos de Weber, Polanyi y Tawney, los problemas causados por la visión individualista y atomista heredada por la economía de las tradiciones que equiparaban el éxito económico con el favor divino --el deísmo y el utilitarismo-- y sugiere que la injusticia y la desigualdad extremas o la crisis ambiental y sus posibles soluciones tienen, también una dimensión religiosa. Prpopone fundir la sensibilidad por la justicia propia de las religiones semíticas con el énfasis en la superación de la ilusión que enseñan las tradiciones asiáticas de iluminación. No se trata de un retorno de los valores religiosos sino reconocer que las obsesiones seculares creadas por la religión del mercado son síntomas de una necesidad espiritual que éste no puede satisfacer.
Palabras clave
Mercado, religión, economía; teología; éxito económico; deísmo; utilitarismo; injusticia; desigualdad; crisis ambiental; dimensión religiosa; necesidad; satisfacción